160 economistas alemanes, contra
las ayudas directas a la banca.
AMELIA RUIZ | 06/julio/2012
En Bruselas la soberbia no se
perdona, y menos si se trata del presidente de un país al borde del rescate. La
decisión de Rajoy de vender la última cumbre como un éxito personal de él y del
primer ministro italiano, Mario Monti, le esta costando disgustos mediáticos y
políticos a Ángela Merkel, pero a España nos cuesta miles de millones y nos
puede costar el rescate.
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La estrategia del Gobierno de Rajoy
es mantener que “España es demasiado grande para caer” y que si lo hace,
“arrastra en la caída al euro”, provocando la desaparición de la moneda única.
En definitiva se trata de convertir la debilidad en fuerza de chantaje. Pero es
una estrategia peligrosa, como advirtió hace un mes el ministro de Finanzas
alemán tras la videoconferencia del G-7 convocada de urgencia para hablar de la
crítica situación de España. La agencia Reuters -una vez más- informó que el
representante del Gobierno alemán había dicho que los españoles no quería pedir
el rescate soberano (como Grecia, Portugal e Irlanda) “por orgullo” y que ese
orgullo “les llevará al desastre”. La opinión pública alemana, la clase
política y los economistas se rebelan contra las ayudas “al sur” y la canciller
Merkel está en serios apuros: 160 economistas alemanes firman una carta abierta
contra la ayuda directa a los bancos españoles.
Mariano Rajoy recibió en las
últimas 24 horas dos serios avisos: primero el teletipo de la agencia Reuters
en el que un “alto funcionario europeo” calificó su actuación en la última
cumbre europea como “torpe” y “pésima”. Segundo: la rueda de prensa del
Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en la que dejó claro que no
se compraría deuda española a corto plazo. Eso es más que un aviso.
Han pasado muchas cosas desde la
cumbre de los 7 países más industrializados del mundo, pero volvemos al punto
de partida: la prima de riesgo está por encima de los 550 puntos básicos, el
interés que debe pagar España por el bono a 10 años ha superado el 7% -ambas
cifras son la luz roja que marca que un país no se puede financiar por sí
mismo- mientras la prima italiana no se mueve.
Consecuencias de la Cumbre Europea
Si Ángela Merkel tiene un problema
con que los 100.000 millones de euros para rescatar a los bancos españoles
vayan directamente a las entidades y no al Estado español, Rajoy lo tiene elevado al cubo. Para empezar
el resultado de la pasada Cumbre Europea se cerró con un “empate técnico”, aunque los primeros ministros de Italia y
España la vendieran como un éxito personal. Rajoy y Monti consiguieron que los
fondos de ayuda europeos puedan comprar deuda soberana de los países en apuros
y que el rescate financiero pueda ir directamente a los bancos, pero las
condiciones que impuso Merkel a cambio son duras.
La primera, la constitución de la
Unión Bancaria Europea, lo que supone una cesión de soberanía nacional en toda
regla. El Banco Central Europeo será el supervisor único y se establece la
fecha de finales de este año para que así sea. Mientras tanto, la ayuda para el
rescate financiero irá el Estado y no directamente a los bancos es decir,
computará como déficit. Por cierto, “los problemas técnicos” pueden retrasar, y
mucho, la entrada en vigor de la Unidad Bancaria con lo que se plantea una
pregunta: ¿Cuántos meses puede aguantar España con la prima de riesgo por
encima de 500 y los intereses en torno al 7% muy, pero que muy pocos.
Y la segunda, que la condición de
ayudas irá condicionada al cumplimiento de “estrictas medidas del control del
gasto”, es decir, más recortes para los ciudadanos. Pero la prensa alemana ha
sido muy dura con la canciller, a la que acusan de ser demasiado blanda con
España e Italia. Y la opinión pública alemana se revuelve contra la idea de que
los alemanes tengan que seguir poniendo dinero para ayudar a los países del
Sur. Según la última encuesta publicada por la prestigiosa revista Der Spiegel,
un 54% de los alemanes no ve ninguna utilidad a seguir aprobando paquetes de
ayuda para sostener el euro.
“No se va a salvar al euro, sino a
los acreedores de los bancos”
Además de las presiones políticas,
Merkel ha de hacer frente a una “carta abierta” a la opinión pública firmada
por 160 economistas alemanes de reconocido prestigio en la que se oponen
frontalmente a la concesión de ayudas directas a los bancos españoles. Sus
argumentos resumidos son:
1.- “No se va a salvar al euro,
sino a los acreedores de los bancos”.
2.- “No es aceptable que los
contribuyentes, los jubilados y los ahorradores de los hasta ahora países más
sólidos de Europa respondan de las deudas y las enormes pérdidas ocasionadas
por las burbujas inflacionarias de los países del Sur”.
3.- “Los políticos piensan que
podrán limitar las enormes sumas destinadas a pagar esas deudas y su mal uso a
través del futuro Organismo de Supervesión Bancario Europeo, pero no lo lograrán
mientras los países deudores dispongan de una mayoría estructural en la
eurozona”.
Y la industria alemana también en
contra
Y para rematar el presidente de la
muy poderosa Unión Federal de la Industria Alemana, Hans-Peter Keitel, se ha
sumado a las críticas hacia los acuerdos de la última Cumbre Europea, y en
declaraciones a los medios de comunicación afirmó: “Alemania tiene que poner de
nuevo las líneas rojas. No debería haber nunca un Fondo Europeo de Salvación de
Bancos”.

Este es el paraíso que nos vendieron desde Maastricht. Votantes del PSOE-PP y sucursales nacionalistas, este es el resultado de vuestro apoyo incondicional a este inhumano proyecto político ejecutado por vuestros corruptos representantes. Al pueblo le corresponde ahora juzgarlos.
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