
Debido
a su apuesta “contundente” por la
ausencia de la cubierta del auditorio municipal Alfonso García Ramos para que
los silenses podamos disfrutar de sus más que sonadas fiestas, sentimos,
después de tantos años en el cotarro, no
se haya podido sacar sus espinitas porque sabemos a ciencia cierta que, tiene más de una…
Le
decimos que en época de vacas gordas no se la sacó, ahora en época de vacas
flacas pensamos que se quedará con ellas para siempre.

Le
podemos indicar quién nos clavó dicha espina, fue nada menos que su admirado e
idolatrado Gaspar Sierra Fernández, a quien usted ha calificado en más de una
ocasión de “animal político” que con la soberbia que caracterizó su larga
estancia en la institución silense, no
escuchó las voces de la oposición de muchos vecinos para que no se derribara el
antiguo “Cine Bencomo” si no había
garantía de tener un auditorio cubierto.
También advertíamos que la ubicación del nuevo auditorio era
incompatible con la carretera general a la piscina municipal. Pensando tal vez
en que en dicho recinto pudieran
disfrutar los vecinos y cuantos quisieran de CULTURA con mayúsculas. Para nosotros con toda humildad es la que
emana del pueblo.
Otra
espinita que tiene difícil solución pero sin embargo en otro tiempo hubiese
sido muy fácil la misma. Hablamos de “la playa Agua Dulce”, otra cabezonería
más de su admirado y querido Gaspar Sierra que no quiso o no supo llegar a un
entendimiento con los propietarios colindantes con dicha playa y desviarla por
arriba del acantilado como usted tiene clavadito en su corazón. Él como gran
político pensante junto con los técnicos que le acompañaban, decidieron
ejecutar tremenda aberración medio ambiental y rellenaron con escombros el
litoral paseando la carretera sobre los mismos.

Hoy es mucho más difícil de
ejecutar esta obra tan vieja en el pensamiento de los silenses, mucho, mucho
tiempo, antes de que usted naciera. Le pedimos por favor que no siga usted
dando pase a toros que ya pasaron. Hay cosas que sólo con mencionarlas por
haber sido causa de burla hacia los ciudadanos de este pueblo por parte de
quienes nos dirigen y nos han dirigido, que ya sólo suscita la risa y el
cachondeo cada vez que el político de turno habla de ellas. Le preferimos
calladito como estaba, que tenemos otras
prioridades que analizar de cuánto nos rodea y nos preocupa, por lo tanto, nos ha de ocupar muy poco sus vacías
conjeturas. Pronto trataremos nuestro punto de vista sobre la regeneración de
nuestra costa o lo que usted llama “hospital comarcal”, la residencia
geriátrica, etc.
Por
favor, siga nuestro consejo y siga usted calladito y mientras (pinocho y el
abuelito de Heidi) continúen en la máxima institución insular su sillón y sus
garbanzos están casi asegurados, nosotros ya no estamos tan seguros si habrá cama para tanta gente y pan para tanto
chorizo como podrá usted ver más abajo.


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