Más que crónicas palaciegas, yo lo llamaría chismorreos o
murmullos de una posible rebelión de los mileurístas que ocupan cargos en el consistorio silense,
al cual yo más bien lo calificaría Comisión de Fiestas Patronales y no Patronales.
Se dice que tal vez el descontento con otros miembros de las
jerarquías del grupo gobernante que les triplica y hasta cuadriplica en
emolumentos y masa salarial. Les está animando a intrigar y buscar refugios en
otro árbol con más sombra, ya se habla de desconfianza, de críticas veladas y
no tanto, de remover sillones en concupiscencia con el grupo de la oposición. A
quienes alienta, aplauden y difunden esta clase de rumores con toda la
humildad, les digo: que no les caerá esa breva. Y paso a exponer mis razones,
siempre sujetas a debate y reflexión, aunque lo que yo he llamado disputas
palaciegas, no profesan mucho mi interés, por lo vacuas que suelen
ser.
Cómo primera clave les diré, hasta dentro de algún tiempo, esto no
ocurrirá, la pantomima de divorcio no tendrá lugar hasta muy cerca de las
próximas elecciones municipales y autonómicas. ¿Cómo creen ustedes que se va a
romper una pareja tan sólida como la de Paulino Ribero, el más pobre
representante intelectual que ha tenido la derecha tinerfeña en todos los
tiempos y la de otro gran socialista canario como Julio Pérez? Además como
padrino de esta unión tenemos a otro gran socialista canario como Aurelio
Abreu. ¿Cómo se les ocurre tremendo disparate? Cuando tienen en la corporación
municipal de Los Silos a otro gran personaje de la política canaria como Mario
Escuela Enrique de maestro de ceremonia y último nexo de unión matrimonial. Este señor se merece unas palabras en
nuestro blog por su dilatada y azarosa vida pública puesto que ha tocado todos
los palos. En su armario ropero apenas
le quedan prendas que cambiar. Ha pasado de ser un peligroso comunista, un
iracundo sindicalista a ser asesor de la derechona canaria. Sólo le falta que le cague la
gaviota, perdón por el disfemismo. No en
vano, quienes antes le consideraban un charlatán peligroso, ahora le consideran
un gran estadista. Y la derechona silense le rinde pues pleitesía. ¿Están
ustedes locos? ¿Qué se puede dar crédito a tales rumores con estas
personalidades tan afines, tan en su lugar?
La oportunidad de los mileurístas la perdieron cuando no se
presentaron bajo las siglas con las que ellos se identificaron (la dichosa gaviota, otra vez, por supuesto) pero Don
Santiago tuvo mejor ojo y los captó bajo sus preceptos para su causa. No sin
antes haber hecho un trabajo psicológico con los mismos. Convirtiéndoles en “auténticos
socialistas de la noche a la mañana” ¿Tal vez en ese momento una gran parte del
pueblo les hubiese apoyado y no por méritos propios sino por demérito de quien
ocupaba el sillón. Muchas veces, los ciudadanos votamos tapándonos la nariz
pero luego el resultado es que nos comen las moscas.
Hace algún tiempo, me encontraba en la plaza de Los Silos
sentado conversando con un amigo. Suscitó mi interés el ver en una misma mesa
sentados a Santiago Martín y Aurelio Abreu compartiendo una larga conversación.
Le comenté a mi amigo aquel viejo refrán de reunión de pastores ovejas muertas
a pocas semanas fue defenestrada la cúpula dirigente del socialismo tinerfeño;
José Manuel Corrales, Ignacio Viciana, Pedro Anatael, Santiago Pérez y algún que otro etc de
ese grupo que se autodenomina izquierda socialista y para mi su labor ha sido la de
Simón de Sirineo en su recorrido por el socialismo insular y quizás alguno
como José Manuel Corrales se le haya grabado bien aquello de que "Roma no paga
traidores"
Mi consejo a los mileuristas es que se estén quietitos y calladitos y que no permitan que entorno a ellos se difundan tales comentarios o chismes pues la lista es larga hacia abajo y fuera de lo que llaman poder pero que para mi son pobres muchachos. Fuera la noche es muy larga y hace mucho frío y los mileurístas son una especie en peligro de extinción.
Si más de momento se despide un campesino indignado.
Silense
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