Posted on agosto 31, 2012 by
Alberto Garzón Espinosa
Este viernes el gobierno de
España anuncia un nuevo decreto ley que pondrá en funcionamiento el llamado
banco malo. Se trata de una medida que venía incorporada en el memorándum que
el Gobierno negoció con la troika, el cual no es otra cosa que un conjunto de
condiciones económicas que ha de realizar España a cambio de los 100.000
millones de euros del rescate. Es decir, se trata de una nueva imposición que
refleja la pérdida de un grado más en la soberanía de nuestro país.
Pongámonos en contexto.
Actualmente estamos viviendo la resaca de la burbuja inmobiliaria, durante la
cual se construyeron entre 2002 y 2007 más viviendas que en Francia y Alemania
juntas (y ambas cuentan con el doble de población y el triple de territorio).
Ese proceso de construcción desaforada permitió enormes ganancias al sector de
la construcción-inmobiliario, que en alianza con los poderes políticos locales
pudo utilizar mecanismos como las reclasificaciones y recalificaciones de suelo
para añadir unos cuantos ceros a sus ganancias habituales. La conocida y
práctica habitual del “pelotazo urbanístico”.
Pero en ese proceso no se
utilizaba sólo dinero ahorrado sino también dinero prestado, así que durante
todos esos años la economía española vio como su endeudamiento privado se
disparaba. Las grandes empresas de la construcción se regaban con deudas y
también los hogares (especialmente los más ricos) multiplicaban su
endeudamiento para comprar varias viviendas y poder participar en la orgía
especulativa. El acceso a la
Unión Europea había supuesto el desmantelamiento del sector
industrial y agrario de España, así que el binomio construcción-inmobiliarias
se convirtió en el motor del crecimiento español y de la creación de empleo.
Cuando la patata caliente estalló y ya nadie quería comprar viviendas todo se
vino abajo. Las constructoras tuvieron que cerrar tras despedir a miles de
trabajadores y sus activos (viviendas, suelo, préstamos, etc.) pasaron a formar
parte de los bancos y cajas que les habían prestado el dinero.
Pero estos bancos y cajas tenían
a su vez deudas contraídas con los bancos extranjeros, y ahora las viviendas,
suelo y otros activos que recibían ya no valían lo mismo que antes. Incluso,
podría decirse, ya no valían nada. Así que muchos bancos tuvieron y tienen que
ser rescatados. Y los únicos que los pueden rescatar somos todos nosotros, el
dinero público.
Esta es precisamente la esencia
de todo el problema actual. Si el banco quiebra entonces se produce un efecto
dominó y los que prestaron a los bancos españoles no pueden cobrar su dinero.
Si el banco es rescatado, entonces los flujos de dinero seguirán yendo hacia el
extranjero al menos durante un tiempo más (que puede ser infinito mientras
sigan produciéndose este tipo de rescates). Por supuesto estos rescates siempre
van acompañados de condiciones, por más que los ejercicios de retórica del
Gobierno pretendan hacer creer lo contrario. La troika y el Gobierno del PP, en
esencia, no están rescatando a España sino a los acreedores, es decir, a los
bancos alemanes y de otros países que prestaron a los bancos españoles en su
afán por sacar beneficios de la burbuja inmobiliaria. Ya ocurrió con Grecia
yPortugal.
El banco malo sólo persigue
cambiar esos activos que no valen nada por algo de dinero que valga algo.
Buscan salvar los muebles como puedan, nunca mejor dicho. El banco acepta una
pérdida (que compensará de otra forma) al vender una vivienda o suelo por
debajo del que la recibió, pero muy por encima de lo que recibiría si lo
quisiera vender ahora mismo a cualquier sujeto económica. Por esa razón el
propietario del banco malo, el Estado, pierde mucho más. Esto es, perdemos
todos. Se socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias. Una clarísima
transferencia de dinero desde lo público hasta lo privado. Una explicación
completa y detalla del funcionamiento genérico del banco malo puede leerse
aquí.
El coste es inmenso. En primer
lugar porque el gobierno asumirá pérdidas en esas operaciones: comprará las
viviendas y suelo muy por encima de lo que ahora mismo valen y esperará, quién
sabe cuanto, a venderlas más adelante. No es probable (¡ni deseable!) que
vuelva una burbuja inmobiliaria, así que las pérdidas están aseguradas. Pero en
segundo lugar porque todas estas medidas no corrigen los problemas reales de la
economía, que son la falta de crecimiento económico que genere empleo. Más al
contrario, aceleran el empobrecimiento de la economía y llevan a una mayor
recesión. El crédito bancario no puede volver a fluir porque los bancos están
absolutamente empantanados con deudas e incluso aunque no fuese así no tendrían
a quien prestar en una economía en recesión. Pero el plan del memorándum y la
troika prosigue porque el objetivo no es crear empleo sino empobrecer la
economía (con objeto de acabar compitiendo con países como China, con bajos
salarios y a través de la exportación). Estas cuestiones las expliqué con más
detenimiento aquí.
Hay alternativas al banco malo, y
a falta de una Unión Europea sensata (que rescate a las personas y no a los
bancos) todas pasan por dejar quebrar a los bancos y nacionalizarlos después.
Las viviendas y otros activos inmobiliarios podrían servir para crear un “banco
bueno” que creara un stock de viviendas de alquiler público barato. Las
estimaciones del censo de 2011 (que todavía está realizándose) plantean que en
nuestro país hay entre 5 y 6 millones de viviendas vacías, muchas de las cuales
son propiedad de los bancos. De forma paralela es conocida la necesidad de
vivienda por gran parte de la población, especialmente joven. Hablamos de un
problema que tiene solución técnica, pero que requiere enfrentar con la
radicalidad necesaria a los poderes económicos y financieros que nos gobiernan
sin legitimidad alguna.
El gobierno acredita con esta
medida y una vez más que estamos ante una inmensa estafa y con un plan que
responde únicamente a los intereses de los poderes financieros extranjeros.
Este gobierno no se preocupa de los ciudadanos sino que sólo obedece las
órdenes de instancias no democráticas que son las que realmente mandan.
Ausencia de democracia y un gobierno traidor a sus votantes y a sus ciudadanos.
Comparte y difunde!
No hay comentarios:
Publicar un comentario