La Marcha Verde fue la estrategia
de Marruecos con la intención de ocupar el Sáhara Español iniciada el 6 de noviembre
de 1975.
Marruecos envió a unos 350.000
ciudadanos y 25.000 soldados para invadir el por entonces territorio español,
de modo que apoyasen y legitimasen la anexión, organizada por el rey Hassán II,
durante la crisis política de España en los últimos meses del franquismo.
Todo vino a raíz de la resolución
3458 B del 10 de diciembre de 1975 de las Naciones Unidas, que ratificaba los
planes de la ONU del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. El rey Hassán autorizó la marcha por la parte
norte del Sáhara Occidental como medida de presión nacional e internacional
sobre España, además de desplegar por la parte sur diversas acciones militares.
El ejército español minó y señaló
claramente la zona fronteriza a la que se dirigía la marcha, desplegándose a
continuación inmediatamente detrás. Hasta que no se produjeron los Acuerdos de
Madrid, la Marcha Verde permaneció estacionada a unos cientos de metros de los
campos de minas, controlada por la policía marroquí que se empleaba
contundentemente cuando movimientos espontáneos de civiles se dirigían hacia
las tropas españolas.
Una semana después y en medio de
la agonía del general Franco, con los acuerdos tripartitos de Madrid, cedía la
administración del tercio sur del territorio saharaui a Mauritania y los dos
tercios septentrionales a Marruecos. La
operación fue vendida a la opinión pública europea, que seguía los medios de
comunicación de la época, como una invasión pacífica de pobladores autóctonos
(que diferían bastante en usos, ritos y costumbres con los naturales), a pesar
de que paralelamente y más al este se producía la invasión militar del
territorio.
Actualmente la situación sigue
sin resolverse. Hay un plan especial todavía de la ONU, la MINURSO, para
asegurar un futuro referéndum para la autodeterminación, y aunque Mauritania
abandonó la parte sur después de las continuas derrotas militares por
incursiones de la organización independentista saharaui Frente Polisario, el
Sahara Occidental continúa dividido y militarizado en la mayor parte bajo
gobierno marroquí, que también ocupó militarmente la inmensa mayoría de la zona
sur abandonada por Mauritania (salvo una parte en torno a cabo Blanco para
resguardar la capital Nuakchot).
A continuación de todos estos
hechos históricos, cuya consecuencia de más de 37 años es la culminación de una
injusticia de un pueblo que fue desposeído de sus tierras, hombres y mujeres
con los cuales compartíamos nacionalidad española y hablábamos y hablamos la
misma lengua. Y que los sucesivos gobiernos “democráticos” no han sido capaces
de reparar tamaña injusticia y devolverle lo que les fue arrebatado sin
escrúpulos, lo que fue su tierra, su historia, su vida…para entregarles en
manos de un dictador que dice recibir su autoridad desde la divinidad de las
alturas. Y que el sustituto del fallecido dictador Franco, el Borbón de los
elefantes, se da besos y abrazos sin sentir la más mínima repugnancia ante su
presencia.
Ahora en nuestros días el gobierno
del mal partido popular con la mentira por delante como siempre, diciendo que
podrían ocurrir secuestros en dichos territorios. Además ha puesto la guinda a
esta histórica felonía haciendo que se retiren todos los cooperantes que había
en los tristes campamentos saharauis.
A estos hombres y mujeres Saharauis
que Eduardo Galeano llama Hijos de las
Nubes, pues llevan toda una vida
buscando la lluvia. Ahora se les quiere desposeer también de la ayuda de unos
hombres y mujeres españoles e internacionalistas que, de forma altruista y humanitaria, llevan
muchos años ayudando a este pueblo a ser más llevadera la cruz de tamaña injusticia.
Con esta aberración legal está siendo
perjudicada una parte del pueblo español
y el pueblo canario en particular pues allí podríamos estar trabajando con
nuestros hermanos saharauis ayudándoles a
explotar sus minas, sus riquezas naturales, sus bancos pesqueros y ayudándonos
a crecer mutuamente como pueblos hermanos que éramos y somos.
Por fortuna la mayoría de los
cooperantes han decidido volver a su humanitaria y loable labor en dichos
campamentos. Ojalá la justicia de los hombres algún día alcance a este pueblo
hermano y los criminales que les han sometido a tantos años de sufrimiento
paguen por los crímenes cometidos que son muchos.
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