Así está el patio...
4 julio 2012 – 7:48
Hasta el final de la tarde de ayer
no hubo una puñetera noticia sobre Ciñera en los medios de comunicación de
orden. Sólo los usuarios de redes sociales llevábamos horas informándonos (y
viendo fotos y vídeos) de cómo los antidisturbios habían entrado en Ciñera,
recorrido calle por calle, disparado indiscriminadamente, herido a personas,
entrado en casas particulares por la fuerza en busca de mineros en lucha…
Entrada la tarde dejamos de acceder siquiera a comentarios en twitter de lo que
sucedía en el pueblo leonés. Se dijo que la policía había bloqueado las
telecomunicaciones. No lo podíamos saber, pero uno tiende a pensar que cuando
la autoridad represiva decreta el silencio las informaciones que salen de
dentro son veraces: no podemos contrastarlas por decisión de quien se vería
favorecido desmintiendo lo que leemos, así que es razonable suponer que hay
poco que desmentir.
La lucha de los mineros sí es un
ejemplo. Un ejemplo de organización, de compromiso, de sacrificio, de
solidaridad. Por eso reciben el apoyo de sus comarcas e incluso logran quealgún
senador leonés del PP tenga el gesto de dignidad de abandonar el partido que
está machacando a su pueblo (cinco minutos antes de que el partido lo expulse a
él por apoyar a los mineros, todo sea dicho).
Los mineros están teniendo la
heroica capacidad de resistencia que muestran gracias a una consolidada
organización, a que tienen un altísimo porcentaje de afiliación sindical,
décadas de luchas y apoyo sin fisuras de familiares y vecinos, de toda la
comarca. No estamos asistiendo a un sálvese quien pueda que sí vemos
continuamente en otros sectores laborales. En las comarcas mineras de Asturias,
León, Aragón, Palencia… saben que luchan por el futuro colectivo. Por eso
cuando convocan huelga general no abre absolutamente nadie su negocio,
conscientes de que el hundimiento decretado del pueblo será también el
hundimiento propio. Pero también por eso los mineros no se conforman con
salidas personales para sus dramas concretos: se niegan, dicen, a sobrevivir
ellos a cambio de dejar que mueran sus comarcas, que sus hijos y sus vecinos no
tengan futuro.
Los mineros y las comarcas mineras
sí son un ejemplo. Y por eso son silenciados por los medios de comunicación: ha
habido algún intento de estigmatizarlos, ¡privilegiados, violentos! pero el
ridículo del pesebre cavernario ha sido tal que ahora sólo cabe esperar que
nadie se entere de la que llevan armando desde hace más de un mes.
Una de las más felices ideas de los
mineros en lucha es la Marcha Negra con la que están atravesando el país desde
sus pueblos hasta llegar a Madrid el 10 y 11 de julio. Por supuesto estamos
obligados a acompañarles, a que las decenas de mineros agotados sean miles de
voces gritando. Pero no lo haremos como favor hacia ellos sino como necesidad.
Acompañaremos a los mineros para aprender, para que el ejemplo de los mineros
sirva para detener a quienes no sólo arrasan las comarcas mineras sino el país
entero.
Ciñera, resiste para que resista
todo el país.
Comparte y Difunde
No hay comentarios:
Publicar un comentario