martes, 26 de junio de 2012

Varias noticias de la iglesia católica.


El juez del ‘caso sor María’ pide a la policía que localice a testigos con urgencia

Quiere llamar a declarar a un grupo de médicos por el presunto robo de una niña en 1982, así como al juez encargado del Registro Civil en ese año

La monja María Gómez Valbuena, más conocida como sor María, a la salida del Juzgado de Instrucción en Marzo. /CRISTOBAL MANUEL
El juez Adolfo Carretero, que investiga el caso sor María, por el presunto robo, en 1982 de una niña en la clínica Santa Cristina de Madrid, ha pedido a la policía judicial que de forma "urgente" localice a personal que trabajaba en ese centro sanitario para tomarles declaración como testigos. En concreto, el titular del juzgado número 47 de Madrid, quiere interrogar al director de la clínica en ese momento, José Zamarriego, al jefe de neonatología, Ignacio Villa, a varios pediatras y al responsable de administración del centro. También quiere localizar al juez entonces encargado del registro civil y a la asistente social de la Asociación Española para la Protección de la Adopción (AEPA), María Isabel de la Vega, entre otros trabajadores de esa institución.
El juez ha pedido a la policía que localice a los posibles testigos "con urgencia", ya que su edad es avanzada, y remita al juzgado un informe sobre sus estado físico y mental para poder ser interrogados, según informan fuentes judiciales.
Así lo había pedido el abogado de María Luisa Torres, que acusa a sor María Gómez Valbuena, asistente social en la clínica, de robarle a su hija. La monja, de 87 años, está imputada por un presunto delito de detención ilegal y otro de falsificación documental. Cuando el juez la citó para interrogarla el pasado 12 de abril, la religiosa, perteneciente a la congregación de las Hijas de la Caridad,  se acogió a su derecho a no declarar.
Mientras, continúa pendiente el recurso presentado por el abogado contratado por la monja, José María Calero Martínez, letrado de los padres de la menor asesinada Marta del Castillo, en el que pide el archivo de la causa por prescripción de los posibles delitos.
  





El papa destituye al obispo argentino fotografiado con una mujer

Bargalló ha admitido mantener una relación sentimental con su amiga

El papa Benedicto XVI ha aceptado la renuncia del obispo de Merlo-Moreno (Argentina) y presidente de Cáritas Latinoamérica, Fernando María Bargalló, tras el escándalo desatado al publicarse unas fotos en las que se ve al religioso en actitud cariñosa con una mujer en una playa, según ha informado hoy el Vaticano. En realidad, se trata de una destitución, porque cuando el Vaticano quiere que algún prelado cese no lo hace directamente, sino que exige al afectado que presente su renuncia. Será sustituido por Jorge Pedro Casaretto, obispo emérito de la diócesis de San Isidro.
El pasado martes un canal de televisión de Buenos Aires difundió unas imágenes de Bargalló bañándose en una playa de aguas cristalinas junto con una mujer. El obispo admitió en esa emisora que se trataba de una “amiga de la infancia”, con la que había “coincidido en un encuentro en México”, reconoció “cierta imprudencia” que pudo “haber dado lugar a malas interpretaciones” y se definió como comprometido con su sacerdocio. 
El Vaticano comenzó entonces una investigación para definir la situación del obispo. Pero más allá del escándalo que la cúpula eclesiástica comenzó a investigar, por la presunta violación de la promesa de castidad, en las bases de la Iglesia se preguntaban por qué el obispo había ido a un hotel de lujo de Puerto Vallarta en un viaje a México para asistir a una reunión del Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Social Cáritas.
Una pregunta que surge de las denuncias anónimas en los medios de comunicación es quién está detrás de ellas. Bargalló mantenía una mala relación con el alcalde de Merlo, el peronista Raúl Othacehé, que el año pasado fue acusado en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados por presunta persecución contra militantes de agrupaciones políticas, sociales y religiosas.
Dos días después de publicarse las fotos, el periódico porteño Crónicapublicó todos los presuntos detalles del viaje de Bargalló y su amiga de la infancia, una empresaria dueña de un restaurante de Buenos Aires. El obispo terminó renunciando el viernes a su cargo, tras admitir que mantenía una relación sentimental con su amiga. Primero comunicó su decisión a los curas de su diócesis y después se marchó a la Nunciatura Apostólica (embajada del Vaticano) para presentarla. Bargalló se había defendido allí mismo el miércoles ante el nuncio, representante del Papa Benedicto XVI, y había negado el romance con la mujer de las fotos.

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