Esta sociedad está enajenada desde hace mucho tiempo. No
tengo la menor duda de que quien verdaderamente la ha vuelto así, ha sido este sistema capitalista que nos
gobierna a su antojo. Su expansión alrededor del mundo ha sido brutal.

Me indigno severamente cuando veo las imágenes de los niños
muriendo de hambre, ni qué decir cuando les ves trabajando en los vertederos en
vez de estar jugando o aprendiendo en un colegio. Esos vertederos son los
desechos de un consumismo desbocado, sin escrúpulos con el medio ambiente. ¡Ya
está bien de utilizar África y América
Latina como un vertedero de cacharros!
Todo es consumismo hoy día y si es exacerbado mejor aún para
los países ricos. Hacen negocio en las bolsas como quien hace palomitas de maíz.
No tienen que ver con nada ni nadie. Lo importante para ellos es hacer que sus
valores ganen.
Los nuevos ricos no tienen moral siquiera. Algunos como Rafa
Nadal se gastan 300.000 euros en un reloj para dar una simple hora. Con ese
dinero podría comer mucha gente.
La mayoría se vuelve loca en alabar a estos deportistas de
élite cuando ni siquiera viven en nuestro país o lo que es peor, se llevan el
dinero fuera que la Unión Europea ha favorecido y permitido que existan
paraísos fiscales.
En cuanto a los políticos me gustaría resaltar que son y han
sido los verdaderos culpables de esta situación. Muchos se han preocupado de
entrar en el poder para asegurarse un porvenir fácil, sin preocuparse por
cuidar el medio ambiente en el que respiran, su pueblo o país y sus propias
gentes. Sus grandes preocupaciones han sido y son, las de cerciorarse que se gana dinero a costa
de lo que sea. Todo es válido en este mundo antinatural.
Sorprende ver cómo entran al poder y cómo salen.
Cómo nos engañan con sus mentiras y con sus patrañas a todos
los niveles. Priman sus necesidades a las de la nación, son en muchos
casos como aves carroñeras en sus
actuaciones. Pueden llegar a ser hasta peligrosos. Se han cargado hasta jueces y
se quedan tan anchos. Sus mentiras han sido tan sonadas como que todavía
recuerdo cuando Aznar decía que en Iraq había armas de destrucción masiva.
Fulano este que nos llevó a una guerra sin preguntar al pueblo si estábamos de
acuerdo a sabiendas de que nadie quería que esa guerra ocurriese. A excepción
de la iglesia que poco impedimento puso desde los púlpitos y desde sus cadenas
de radios.
¿Y José Luis Rodríguez Zapatero cuando nos dijo que no teníamos
crisis, que lo sufríamos era una desaceleración económica? ¿Y Rajoy que nos
decía que España no iba a ser intervenida porque este país es muy serio? Se ha
ido todo al traste, a tomar por viento este país. En vez de fortificarnos y
protegernos de los embates de una Unión que nos está asfixiando en tanto
recorte indigno lo que hacen nuestros políticos es alabar una Unión que se
quiebra por doquier.
La gente no se merece que se la trate así de mal como se la
está tratando en estos momentos. Mis abuelos, mis padres y mis hijos, mi
familia y la de mis vecinos merecen un trato mejor. Una justicia seria, sin
corruptos como el nuevo presunto Carlos Divar.
En tres palabras, “una justicia justa”. Una educación digna
para todos, una sanidad impecable, gratuita y de calidad. ¿Por qué no ha sido
así? Que no se favorezca a lo privado en detrimento de lo público para que ganen
dinero a costa del contribuyente.
Que no se llenen de confianza los políticos, ya ven lo que
les ha pasado a los japoneses por
confiarse demasiado en Fukushima, por no hablar de Chernóbil. Que se apliquen
el dicho que donde “fueres haz lo que vieres” si han visto las desgracias que ese tipo de
energía trae consigo y ha traído. Si le añadimos el problema posterior de los
residuos que son tan peligrosos. Pues yo para mí y los míos, no quiero ese tipo de energías. No entiendo
cómo hay lugares que si están dispuestos a acogerlas. ¿Es que la gente se ha
vuelto loca? Opino que ya es hora de que se apliquen otras energías renovables
que las hay pero no interesan por ambición de unos pocos, los de siempre.
Me gustaría terminar diciendo que a parte de los malos
políticos que ha tenido este país, los mayores estigmas en la población los ha
dejado y los sigue dejando la iglesia católica por haber contribuido y aplaudido a un régimen dictatorial como el
de Franco en el pasado reciente, por su teología obsoleta y retrógrada, por
meternos miedos infundados y ya ni que decir de una iglesia que se ha metido y
se mete en cuestiones como el aborto, la eutanasia, la adopción y los derechos
de los homosexuales, bisexuales, transexuales y lesbianas.
Es una iglesia que no soporto pues se ha dedicado a encubrir
a curas pederastas, a monjas roba niños y encima no se le aplican todos los
recortes sociales como a los demás. Y para más INRI, se les permite tener
cadenas de radio y televisión para que sigan transmitiendo una sarta de
mentiras y mala baba. ¡Necesitamos la secularización verdadera de semejante
institución para que cada palo aguante su vela!
No me quiero despedir sin hablar de la monarquía que nos
regenta, la cual, no es sino la herencia de un régimen que causó en su paso
mucho sufrimiento a la población de las islas y del país en general. No me
gustaría que desapareciera para poner a un Rajoy o semejante. Si esto
ocurriera, lo cual espero tenga lugar, que fuese algo bien hecho que si no,
prefiero se quede el principito del cazador.
Eso sí, que no se crean que torres más altas han caído. Espero que una
de ellas sea la de su querido yerno por su implicación en el caso Noos, que
devuelva lo que no es suyo y si tiene que ir a la cárcel que vaya y de paso se
lleve a su mujer.
Otras lacras de esta sociedad, son la droga y la
prostitución. Con ambas no se ha hecho nada al respecto, todo lo contrario, se
han enriquecido las mafias y luego se permite que dicho dinero entre en el país
bajo una permisividad sin preguntar cuál es el origen del mismo.
El problema de la droga afecta a toda la sociedad española y
del mundo. Nadie está a salvo de su influencia negativa. Las soluciones tienen
que ser sociales, económicas y políticas. Deja mucho que desear las decisiones
políticas en Europa al respecto que yo más bien llamaría dejaciones.
Difícilmente las consecuencias se pueden solucionar si
previamente no se han analizado en profundidad las causas por las cuales una
sociedad necesita drogarse de forma artificial y la consecuencia más inmediata
de esta edición es la anulación de las personas y el enriquecimiento de unos
pocos.

Los "mercados" buscan la máxima rentabilidad exprimiendo las economías. No son morales ni sabios. Por eso nunca se calman, pase lo que pase.
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