
Por fin se
han quitado la careta toda la clase política occidental que pretende o que ha pretendido
en erigirse defensora y único baluarte
de la verdadera democracia. Con sus manifestaciones y actuaciones en relación a
los próximos comicios de Grecia. Cuna de la DEMOCRACIA que ellos ostentan
representar.

La presión política de todos aquellos dirigentes de la Unión
Europea, el coro de tertulias tanto radiofónicas cómo televisivas, el bombardeo
constante sobre una población ya de por sí bastante depauperada tras tres años
de recortes de derechos elementales y de saqueo de su riqueza, ahora le añaden
el nuevo temor de que sí eligen a organizaciones políticas que no sean de su
redil, las cosas les irán peor. El latrocinio se incrementará a través de la
especulación y el saqueo cuando ya no queda poco más que la sangre de los hombres y
mujeres del trabajo.

Esto es algo
que muchas personas ya vaticinamos hace ya muchísimo tiempo y nos hubiésemos
hoy alegrado de habernos equivocado, pero no,
la realidad es muy tozuda. Quienes
hemos vivido y conocido algunos procesos históricos, no hacía falta ser un
lince, para que esto y lo que falta por llegar, que en esto quisiera
equivocarme, será muy duro.
En la
historia están el Chile de Allende, el Sandinismo en Nicaragua, la presión
criminal al pueblo cubano durante más de medio siglo, ahora Venezuela, Bolivia,
Ecuador, Paraguay, todos estos pueblos, que ya pasaron por ese estadío criminal
del capitalismo y que han optado por tomar otros caminos y formas de organizar
sus respectivas sociedades. Está dando sus frutos a pesar de las presiones
tanto económicas como mediáticas en esa continuada y ya larga agresión, saben
muy bien que estos falsos demócratas, su
única meta es el enriquecimiento de unos pocos. Seres degradados por la
avaricia sin importarles que tenga que morir un niño cada cinco minutos y tres
cuartas partes de la humanidad carezcan del más mínimo derecho que les
corresponde como tales.







Tal vez, la
mejor definición de la palabra DEMOCRACIA que he escuchado o mejor, he leído,
con la cual mejor me identifico, salió de la pluma del camarada Julio Anguita. Decía
que para él la democracia, “es el convenio firmado entre hombres y mujeres, libres e iguales, en el cual debían convenir
de forma permanente”
Bendito sea
el pueblo griego si el domingo diecisiete opta por este concepto de la palabra DEMOCRACIA.

Silenses cabreados.
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