Todas
aquellas personas que ya hemos vivido suficiente, hemos tenido la misma sensación en estos
momentos en que nuestros queridos montes de Tenerife están ardiendo. Ya hasta
la memoria nos falla para recordar las fechas exactas de los mismos.
Allá por los
años 80 ardió desde Candelaria todo el noroeste hasta pararse en los montes de
Chío. En 2007 se repite la misma
historia pero esa vez arrancó el fuego desde Los Realejos y como siempre
facilita su extinción las coladas lávicas de los Montes de Chío.
Como siempre
las causas son las mismas, el Hombre y el Fuego.
Las
consecuencias también. Pérdida de especies vegetales, animales y algunas
haciendas.

Tenemos la
suerte que la inmensa mayoría de nuestro pinar tiene capacidad para regenerarse
en su gran mayoría. Pero pensamos que si continúan incendiándose en periodos de
tiempo tan corto perderán esta capacidad.
Cosa muy
distinta ocurriría si alguna vez el fuego se origina o llega hasta los enclaves
de la Laurisilva Canaria (Anaga y Monte del Agua).
Si analizamos
en profundidad las causas llegaremos fácilmente a la conclusión a la cual llegó
Don Wladimiro Rodríguez Brito quien fuera durante 17 años consejero de Medio
Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife, quien ha comentado en numerosos
medios de comunicación en estos días de fuego y desesperación para muchas
familias, que uno de los motivos del mismo tiene que ver con el abandono de lo
que antaño fueron campos de cultivo y que ahora están cubiertos éstos, de
zarzas y matorrales que llegan a ocupar la cercanía de viviendas, pueblos y
barrios.
No ha
descubierto usted nada nuevo admirado Wladimiro y reconociéndole que bajo su
mandato en Medio Ambiente hemos llegado a tener nuestros montes tan recuperados
como hace más de 300 años. Pero también debo decirle que quien ha facilitado de
forma sistemática el abandono del campo y la ruina de la agricultura ha sido el
partido político al que usted pertenece junto con los satélites PSOE, PP y
demás asambleas majaderas.
Ustedes han
permitido y facilitado la entrada de leche, carnes, quesos, y productos
agrícolas subvencionados por el régimen específico de alimentación llamado “REA”.
Qué sólo ha servido para que unos cuantos pillos dedicados a la importación de
dichos productos llenaran sus bolsillos y de paso quedara algo para los
políticos que les ponían la alfombra. Su amor por la agricultura, mi estimado
señor, ya era conocida en los tiempos en que usted militaba en el Partido
Comunista y seguramente llegaría a ser hasta un buen ministro de agricultura,
pero usted optó por vender su alma al diablo y estarse calladito durante los 17
años que ha gestionado la Consejería de
Medio Ambiente.
Nosotros
pensamos que ese amor que usted profesa a la tierra debe de convertirse en una
asignatura en nuestras escuelas primarias y en los tiempos que vivimos por pura
lógica existencial.
Tenían que
haber entendido ustedes que la labor de apagar los incendios debe empezar mucho
antes de que tengan lugar.
Creemos que
con la mitad de gastos que se han ocasionado en el actual incendio que aún
sufrimos, un simple cálculo matemático como “la cuenta de la vieja” nos haría
llegar a la conclusión de que un helicóptero cuesta 2000€/hora de vuelo.
Multipliquemos los mismo por 7 días a 7 horas y doce aparatos que han estado
operando en las labores de extinción y llegará usted fácilmente a la cuenta de
que es más barato limpiar y trabajar los campos, generando puestos de trabajo y
cultivando productos de la tierra.
Sin mencionar
que la cuenta sigue si añadimos camiones cuba, personal, logística, maquinaria
pesada y sobre todo el mayor de los daños que una y otra vez infligimos a la
naturaleza que tanto nos proporciona a cambio.
Tampoco se
mencionan aquellos chalets que algunos amigos del poder se han construido en
los pinares de nuestros montes.
Y casi
dejando atrás el coste de los hidroaviones y el daño que causan a la tierra,
pues solamente pueden cargar en el mar, lo cual ocasiona en el suelo un exceso de salinidad que le puede llevar a la desertificación.
Por eso
pensamos que una de las primeras medidas que el pueblo debe tomar si quiere que
no se sigan repitiendo estas agresiones a la naturaleza es cambiar, casi
pensamos mejor defenestrar a la indecente clase política que lleva nuestros
asuntos y a las cuales usted perteneció hasta no hace mucho tiempo.
Le damos la
bienvenida por su regreso al mundo de los pensantes y hablantes.
¡¡En la
lucha nos encontraremos!!
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