Tristemente el tiempo nos ha dado la razón a los hombres y
mujeres y a aquellas organizaciones políticas que desde el Tratado de Maastricht
hasta nuestros días, decíamos ya
entonces, que lo que se estaba construyendo no era la Europa de los pueblos
como nos vendieron a la mayoría de los mismos que actualmente componen esta falsa unión.
Decíamos y teníamos razón que no se estaba construyendo una Europa política y socialmente
iguales que acabara con los conflictos bélicos del pasado. Que el
camino tomado solamente trataba de desmantelar barreras para que el capital
pudiera moverse con toda libertad y ya entonces advertíamos que el control
sobre el Banco Central Europeo BCE, recaía o lo tenía Alemania, también
teníamos claro el déficit democrático de la UE y del papel puramente testimonial
de su Parlamento.
Dicen que los pueblos se merecen lo que tienen, hay que
reconocer que quienes catalogan a España de país de pandereta, tienen algo de
razón...véase la imagen inferior:
Porque reconociendo que el pueblo español, en poco más de un siglo, ha aplaudido a tantas dictaduras, repúblicas y
monarquías. Algo no funciona, esto no es nada serio...
Los políticos son un reflejo del pueblo, por lo tanto, tal
vez nos merecemos la clase política que nos gobierna y nos ha gobernado hasta
nuestros días. No es la primera vez en la historia que los pueblos gimen bajo
la bota de aquellos gobernantes que han elegido.
Me gustaría analizar la figura y trayectoria de algunos de
los personajes que han sido presidentes del gobierno de España.
Desde una perspectiva de izquierda, quien más daño nos ha
hecho, ha sido la triste figura de Felipe González, un embustero redomado que
decía una cosa en la oposición y todo lo contrario cuando llegó al gobierno. Él
fue uno de los que nos metió de lleno en este Berenjenal y del cual tendremos
que salir, quien sabe, sí de buena o de
mala manera. Él fue uno de los primeros políticos que acuñó el denostado término
“competitividad” y detrás de él, toda una nube de políticos, periodistas y
tertulianos de pesebre le siguieron. Haciendo de la misma una palabra mágica,
celestial. El más que triste pero verdadero
significado es que íbamos a competir trabajadores contra trabajadores, así como hombres de distintas nacionalidades
teníamos y tenemos que seguir compitiendo para producir bienes y servicios que
hacen más ricos a los que ya lo son. También este mal aventurado ex presidente,
nos metió de lleno en una organización militar que se decía y se dice que es
para preservar “la paz entre los pueblos” y resulta ser una organización criminal que
lleva la muerte y la tragedia allá por donde pasa. Todo esto con su
correspondiente pucherazo después de un referéndum. Este personaje se encuentra
en la actualidad disfrutando de su dorado retiro, eso sí, sufragado por todos
nosotros y aquellas grandes empresas a las que le sirvió con fidelidad perruna.
Más tarde nos entró otra gran figura de la política española,
José María Aznar. Quien también se plegó
a los deseos del gran capital y del imperio que lo sostiene. Su estancia fue más breve que la del citado Felipe. Pero también
grandes fueron sus mentiras y engaños al pueblo. Con él brillaron de nuevo las
sotanas y alzacuellos por doquier, igual que en la época franquista. Hoy
también vive sus días dorados puesto que también está siendo alimentado por
aquellas grandes empresas a las que benefició en perjuicio del pueblo que le
eligió dando paso a otro gran embustero, José Luis Rodríguez Zapatero, con él
continuamos el camino hacia el precipicio de forma inexorable, aunque el pueblo parecía que no quería
enterarse y gracias a su buen hacer, hoy nos encontramos siendo pastoreados por
el tal Mariano Rajoy y una larga caterva de impresentables que nos mienten un
día sí y otro también. No me gustaría dejar pasar que el ex presidente Zapatero
al igual que sus compañeros de viaje, está disfrutando de los beneficios ser
Consejero de Estado y me pregunto ¿cómo unos ineptos de tal magnitud pueden llegar a ocupar cargos tan relevantes?. No me digan que esto no son cosas de panderetas señoras y señores.
Creo que ha llegado la hora de ponernos a pensar o seguir
como hasta ahora, cada cuatro años nos engañen, nos estafen y nuestra vida sea
cada día más difícil y cada vez más alejada de aquel paraíso que nos
prometieron y que muchos se creyeron que iba a ser nuestra entrada y tránsito
en la UE.
Esperando está Rubalcaba para dentro de cuatro años volvernos
a endosar el timo de la estampita, si el pueblo no despierta de este letargo,
eso será lo que desgraciadamente ocurrirá.

Me gustaría dejar bien claro que profeso un profundo respeto por todos los
pueblos que componen el Estado Español, por alguno como el Pueblo Vasco, incluso siento admiración, pero como canario
estoy más unido a cualquier pueblo africano o de América Latina. Por lo tanto
lo que ocurra en la península ibérica aunque me afecta, siento más lo que
ocurre aquí con este pueblo nuestro al cual llegando las elecciones les basta
unos bocadillos de mortadela o unos cruceritos alrededor de las islas(es obvio
que en las pasadas elecciones no hubieron dichos cruceros, pero haberlos los
hubo) para elegir a los mismo
impresentables que llevan toda una vida engañándonos con falsas promesas y robándonos tanto en lo individual como en lo colectivo.
Dos silenses cabreados.
Totalmente de acuerdo con todo lo dicho.
ResponderEliminar¡ Cuantas veces habré oído las maravillas y genialidades del sistema alemán!, ese que nos están imponiendo sin imponerlo, ese que aunque claramente no funciona (los jubilados deben aceptar mini jobs para "sobrevivir"), muchos consideran la panacea.
Creo que el problema no son los polìticos, ni el sistema, sino nuestro falso aburguesamiento, que se ha vendido por completo al conformismo, que teme salir de una zona de confort cada vez más pequeña.
Vemos, pero metemos la cabeza en un agujero esperando que llegue un "mesías" y nos solucione de un plumazo la vida.
Lo peor, es que para cuando queramos reaccionar, ya no tendremos ningún margen de maniobra. Nos ponemos solitos las cadenas y entregamos las llaves al carcelero.
A ver por donde revienta.
Saludos.